EL CAMINO DEL PEREGRINO

27.08.2013 13:14

Cuando todo se oscurece

y no se mece ya en tu mano la alegría de vivir,

y la oscuridad más fea que aporrea en tu cabeza

no deja que te alejes de ese rincón hostil.

Destruye con palabras

y con lágrimas forradas de pasiones esos muros de prisiones

que amenazan ilusiones para hacerte doblegar.

Con la punta de tus dedos

en un verde firmamento

acaricia suave el viento

dibujando aquellas frases que quisieras escuchar.

Y transforma en un suspiro

con la voluntad de un niño

ese feo y triste monstruo en un bello despertar.

Los obstáculos creados

por los días más oscuros

intentaron de tu mundo

hacer un hombre moribundo

y con cierto paso lento,

con paciencia y con lo puesto,

conseguiste del lamento hacer la risa y la verdad.

 

 

 

Tienes el poder que en tu mano cobra vida, con la brisa que dormita en los labios de un ayer.

La fuerza necesaria, antes negra tierra aria, ha brotado de tus poros para hacer frente al temor.

Camina sin problemas y no olvides que la pena forma parte del camino como el mismo peregrino que busca la soledad, pero al lado bien pegado surca el río ese niño que con fuerza ha sonreído a ese feo y triste monstruo y acompaña al peregrino en su largo caminar.