FUEGO
No eres mía.
Lo repito tantas veces como horas tiene el día. Qué osadía pretenderte y qué osadía tu sonrisa.
Qué dirías si me cuelo en tu universo, si utilizara estos versos para conseguir tus besos presos de otra boca que provoca mis lamentos. Qué dirías si supieras que aún conservo ese momento en el bolsillo y lo utilizo cuando me acaricia el frío. ¿Me querrías a hurtadillas si te digo que aquí sigues siendo mía?
No eres mía.
Y dibujo mi sonrisa y te beso las mejillas y maldigo a tu universo sabiendo que no eres mía. Y recuerdo ese momento y lo rompo en mil pedazos repartidos por el suelo y prendo fuego a mis diarios. Intento suplantarte y pensar en olvidarte y conformarme con el aire me parece tan extraño…
Pero intento ser sincero y saber que aún te quiero me permite ver el cielo.
Aún sabiendo que no eres mía.
Y que un día fuimos fuego.