QUERIDA
Querida mía.
¿No quieres salir? Abre los ojos, gira ese pomo y arrastra el dolor hacia aquí.
¿No quieres venir? Extiende tus manos, levanta tus brazos y elígeme a mí.
Querida mía.
Abre los ojos, ¿no los quieres abrir?
Observa tu mundo y decide si el humo es de color gris.
Querida, querida mía.
Extiende tus brazos, abre tus manos y levanta tus ojos tan alto que no exista la opción de morir.
¿No me quieres seguir? Tal vez no lo consiga y mi única amiga no seas tú.
Pero, querida mía.
¿No quieres salir?
Te prometo que tan sólo el intento te hará ser feliz.